Cada vez se va notando más el frío y van aumentando las ganas de poner la calefacción. Es aquí donde juegan un papel importante los radiadores eléctricos, uno de los sistemas de calefacción más usados debido a las ventajas que supone,
- Fácil instalación: Los radiadores eléctricos, frente a los de agua caliente, son mucho más sencillos de instalar debido a que no hay hacer obras y sólo precisa una toma de corriente donde colocarlo. Esto supone que el coste de la instalación no sea muy elevado.
- Mantenimiento más barato: Este tipo de radiadores apenas si requiere mantenimiento. Por un lado no necesitan una caldera para funcionar, lo que hace que el mantenimiento del sistema sea más barato. Por otro, también está el hecho de que es innecesario purgar los radiadores eléctricos.
- Regulación independiente: Otra de las ventajas que presentan estos radiadores es que se pueden regular de forma independiente. ¿Qué quiere decir esto? Pues que la temperatura de cada radiador no tiene porqué ser la misma en todas las habitaciones. Del mismo modo, también puede programarse el encendido y el apagado.
- Opción de bajo consumo: El pensamiento general es que los radiadores eléctricos consumen mucho, pero lo cierto es que en los últimos años han ido apareciendo aparatos de bajo consumo que, al mismo tiempo, ofrecen un alto rendimiento. Además, para viviendas en las que el clima es templado, son una de las mejores opciones para tener una buena calefacción en casa.