La llegada de la primavera supone también el recibimiento del buen tiempo, del sol y de las temperaturas agradables que nos hacen salir a la calle y disfrutar de las terrazas. También es el momento de comenzar a aprovechar el jardín y comenzar a sopesar las ventajas de disponer de piscina cuando llegue el calor de verdad, pero puede que durante las próximas semanas nos encontremos con unos efectos inesperados en su agua.
Si un buen día aparece con un color verdoso, ciertamente aceitoso y cubierto de una capa amarilla o blanca de aspecto no demasiado agradable…no debemos preocuparnos en exceso, ya que el polen también es algo propio de esta estación. Y es que, si nos fijamos bien, el polen probablemente habrá invadido el resto de nuestro jardín y no sólo la piscina, haciendo estragos en los alérgicos. Volviendo a la piscina, en Terclivan recomendamos hacer lo siguiente:
- Aumentar la filtración por línea de flotación para recogerlo lo máximo posible.
- Incluir bolsas filtrantes de malla fina para retener partículas de polvo y demás restos, evitando que lleguen a los filtros del motor o de la piscina.
- Limpiar frecuentemente los filtros.
- Añadir floculante para favorecer la transparencia del agua.
- Existen determinados productos textiles especializados en absorber las materias grasas, adecuados en estos casos tan particulares.