Ya en anteriores post os hablamos de la necesidad de ventilar la casa para mantener un ambiente sano y libre de malos aires. Hoy, para completar aquel artículo, vamos a hablar de las dos maneras más conocidas -y efectivas- para mantener la vivienda ventilada y renovar el aire de su interior por completo.
Las ventanas
Tu madre ya lo hacía antes que tú, y su madre, y así sucesivamente. Abrir las ventanas de par en par es una técnica milenaria -bueno, no sabemos si tanto- para ventilar la casa, pero la forma correcta de hacerlo es conseguir una ‘ventilación cruzada’ que haga que el aire entre y salga de la vivienda para así renovarlo. Con media hora diaria será suficiente, o con pequeños ratos a lo largo del día.
Aire acondicionado
Es la alternativa perfecta al clásico sistema de abrir las ventanas. Si el ambiente cuenta con temperaturas que no invitan precisamente a hacerlo (inviernos gélidos o veranos infernales), un aparato de aire acondicionado cumplirá a la perfección dicha función de renovar el aire, ya que cuentan con modos específicos para ello. Además, sus filtros nos aseguran que el aire introducido siempre será limpio. Los hongos también tienen un enemigo en el aire acondicionado, ya que éste regula la humedad y el ambiente estará mucho menos cargado.