A la hora de instalar un aire acondicionado en la vivienda o el negocio se deben tener en cuenta todas las variables que pueden incidir en la decisión. Una de las principales es el tipo de aire acondicionado que podemos elegir, ya que de ello dependerá el gasto económico que tengamos que realizar y el desempeño posterior del aparato. ¿Cuántos tipos diferentes existen?
- De ventana. En este tipo de instalación, todos los elementos están integrados en un único bastidor que se ‘encastra’ en la pared. El compresor queda alojado en el exterior, pero para su instalación es necesario abrir un hueco en la fachada. Su facilidad de instalación y su bajo mantenimiento son las principales ventajas, pero son más ruidosos y gastones.
- De pared o split. Son los más comunes actualmente, ya que suponen el equilibrio perfecto entre el coste de instalación y mantenimiento y el gasto eléctrico. Su instalación es sencilla, ya que tan sólo se necesita conectar la unidad exterior con la interior con un simple taladro. Además, son mucho más silenciosos que los de ventana, lo que redunda en una mayor tranquilidad.
- De techo. El sistema es parecido al de pared, puesto que el compresor se instala en el exterior y se conecta a la unidad interior, pero los costes de instalación aumentan considerablemente debido al tamaño de ésta última. En ocasiones, además, es necesario instalar un falso techo para que quede perfectamente colocado. Su potencia, eso sí, es mucho mayor.
- Centrales. Este último tipo de aire acondicionado dispone de máquinas tipo split junto a fancoils. Su coste de instalación es muy alto, puesto que el aire se distribuye uniformemente por toda la vivienda o local, pero es mucho más estético y funcional.