Pese a que irnos de vacaciones supone un verdadero respiro y nos permite huir de la rutina, lo cierto es que la vida no detiene su curso y, con ella, tampoco lo hacen los contadores de las empresas suministradoras de energía. Aunque no haya nadie viviendo en casa, algunos electrodomésticos continúan ejerciendo incansables su labor, sin que nuestra ausencia les haga reducir un ápice de su consumo…a no ser que lo remediemos. ¿Cómo podemos hacerlo?
- Apaga y/o desconecta todos los aparatos que se encuentren en stand-by. El 20% del total de energía consumida en todo el año procede este modo en los dispositivos, por lo que desconectarlos totalmente cuando no los estemos utilizando supone una medida importantísima de ahorro, aún más en vacaciones. Así que ya sabes, si puedes…desenchufa.
- Desconecta la nevera o ponla al mínimo de frío. La nevera es el electrodoméstico que quizá más gasto eléctrico genera a lo largo del año, ya que obviamente no podemos desconectarla. Sin embargo, si en verano se queda vacía no habrá ningún problema en hacerlo; si dejamos productos dentro, la opción más aconsejable es colocarla en una posición en la que la temperatura sea la mayor posible, ya que no se abrirá en todo el tiempo que estemos fuera.
- Si queremos que el ahorro sea total, desactiva el cuadro eléctrico. Esta opción sólo es posible si estamos seguros de que no hay nada en la casa que necesite electricidad para funcionar (la nevera, por ejemplo), pero así nos vamos sabiendo que el consumo será nulo en todo momento.